martes, 9 de junio de 2009


MERCADO SECUNDARIO

Además de los refrescos de cola, en el sector de refrescos se ubican las marcas tradicionales o secundarias, segmento en el que la firma participa con sus refrescos Pascual, Boing y Lulú.
A decir del trabajador, lo que vino a dar al traste con este mercado fue la entrada de Big Cola y su política de abaratar el precio, puesto que impactó a toda la industria. La guerra entre las colas, también los afectó porque tuvieron que reducir los precios.
Esta situación de precios bajos y grandes presentaciones fue aprovechada para el relanzamiento de la marca Lulú —nombre de una sobrina muy apreciada del primer dueño—, aunque el producto se había mantenido en los anaqueles.
De acuerdo con la empresa, anteriormente se había dado un fuerte impulso a la marca Boing!, y el segmento secundario brinda una posibilidad de crecimiento, para lo cual hay que innovar. El departamento de investigación de la cooperativa sigue experimentado, recientemente rechazaron una presentación de cuatro litros, por lo poco práctico para servirlo.
De acuerdo con la cooperativa, los productos que comercializan son elaborados con azúcar, lo que brinda un sabor diferente al producto. El endulzante es comprado a cooperativas que permitan cubrir su demanda de 6 mil toneladas cada dos meses.
Otros de sus proveedores son Fábricas de Monterrey, subsidiaria de FEMSA, principales embotelladores de Coca Cola (que les vende la lata); Procesos Plásticos, de Grupo de Embotelladoras Unidas, embotellador de Pepsi Cola, que les vende material PET, y Unipak, de Jumex, que les vende las charolas de cartón que usan para los envases de cartón.
La fruta se compra directamente a uniones de campesinos u organizaciones independientes de estados como Michoacán, Veracruz y Sinaloa.

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